We are republishing yesterday's article on Harlan's Vine Masters scheme in Spanish (thanks, Ferran) so that the subjects of the article can enjoy it.
La mayoría de los trabajadores de los viñedos de California pertenecen a un grupo generalmente nómada. Samantha Cole-Johnson describe una alternativa radical que se está implementando en las propiedades de Harlan. Además, estamos publicando una versión en español para que los protagonistas de este artículo puedan leerlo.
Bill Harlan es conocido por jugar partidas largas. Su hoja de ruta a 200 años es más larga que la historia registrada de la industria del vino de Napa. Si bien puede parecer absurdo planificar tan lejos, debe entenderse que la hoja de ruta no abarca 200 años de proyecciones enológicas. Es una declaración de que en un país donde todo parece construido para posteriormente revender, la familia Harlan no fundó su proyecto a tal fin. Su objetivo es fomentar una relación única entre la tierra y las personas; su meta es crear vinos en Harlan Estate, Promontory y BOND que trasciendan de la artesanía al ámbito de la maestría.
Por lo tanto, no fue una sorpresa cuando en 2013 Harlan le dijo al enólogo Cory Empting que quería un plan de viñedos que inspirara dedicación, compromiso y maestría, un plan de acción que inspirará a la próxima generación de trabajadores vitivinícolas y les hiciera darse cuenta de que su trabajo en el viñedo era equivalente o sinónimo a la calidad del vino.
Con la idea de valorar la aportación personal, el equipo vitivinícola concibió el programa Vine Master, un plan que responsabilizaba a un trabajador individual del viñedo de una parcela específica.
Julia van der Vink, entonces jefa de investigación y desarrollo, ahora gerente de viñedos de Harlan Estate, comenzó a recopilar las ideas de la encargada de viñedos de BOND, Ely McElroy, de Empting, de la responsable de viñedos de toda la vida, Mary Maher, y el enólogo de Promontory, David Cilli, para crear un plan de estudios.
El quipo vitivinicultor comenzó con la poda. El consultor de poda Michel Duclos (mencionado en la reseña de Tam sobre On Bordeaux) fue contratado para trabajar con los equipos de viñedo. Como menciona la reseña de Tam, Duclos cree que no se debe podar de forma rutinaria, que cada vid debe evaluarse y cuidarse como un individuo.
A continuación, se abordó la seleccion de nuevos brotes. Luego el estado de salud del terreno.
Mientras el equipo trabajaba para aprender nuevas habilidades, el equipo vitivinícola pasó más de un año construyendo materiales educativos para módulos y seminarios, utilizando el conocimiento de sus propios viñedos y la experiencia técnica de consultores. Una vez que se construyeron los materiales educativos, comenzaron a armar criterios para los exámenes, reconociendo que la selección de Vine Masters tenía que ser objetiva.
A finales de 2015, se llevaron a cabo exámenes para determinar quién se convertiría en la primera promoción de Vine Masters.
El plan piloto estuvo integrado por cuatro hombres: Miguel Contreras y Francisco Gonzalez en Harlan Estate; Jesus Villa y Ernesto Martinez en Promontory. Estos cuatro no solo realizaron una ejecución sobresaliente en sus exámenes, sino que también aceptaron ingresar al programa. Algunos de los otros que habían obtenido buenos resultados en los exámenes se negaron a suscribirse al programa, preocupados de que implicara demasiada responsabilidad e incertidumbre.
Escépticos y un poco incómodos, cada uno de los cuatro se sentó con el equipo de enólogos. Estuvieron de acuerdo en que ni los miembros de los equipos viticolas, ni los demás trabajadores, los ayudarían y que la organización del flujo de trabajo en el viñedo dependía de ellos. A su vez, se les aseguró que tendrían acceso directo y apoyo del equipo vitivinícola (liderado por Empting y Maher). En última instancia, serían juzgados por los frutos de su trabajo y la salud de sus vides. Luego se les dio una opción de parcelas de viñedos que el equipo pensó que se beneficiarían más de la administración individual.
Contreras recordó el inicio del programa, “Tenía miedo de la responsabilidad. ¡Tres acres [1,2 ha] de vides! No podía comprender lo que significaría trabajar eso yo mismo ''. Continuó explicando que en una cuadrilla se le dice cuándo comenzar, cuándo detenerse y cuál es la próxima tarea. Para él, al principio, tres acres era un número insignificante ya que no había forma de saber cuántos acres había trabajado cuando era parte de un equipo. Gonzalez agregó cuando les pregunté sobre este experimento: "No sabíamos si iba a funcionar".
Los Vine Master de Promtory, Villa y Martínez, no estaban menos inquietos. Villa se ofreció como voluntario: "Quería el puesto, pero sentarme con Cilli, Empting, Maher y Maria Dolores Torres (la supervisora de la cuadrilla) me puso nervioso". Villa explicó que había trabajado duro para ser contratado por la empresa, postulando varias veces. Sintió que era un riesgo para él unirse al programa Vine Master cuando ya había logrado su objetivo inicial.
Cuando se les pregunta qué piensan del programa ahora, los cuatro dicen que están listos para asumir más responsabilidades y que nunca querrían volver a tener menos. “En una cuadrilla, tu visión siempre está afectada por otros; trabajando solo, tu enfoque es puro”, dice Gonzalez.
Desde que ingresaron al programa, la mayoría de los Vine Masters han desarrollado un interés y una comprensión más profundas de los vinos que están ayudando a elaborar. Esto se facilita a través de catas individuales con Empting y Cilli durante la fermentación, añejamiento y mezcla de las parcelas de viñedos que gestionan de manera individual. Se presta especial atención a los efectos de su trabajo en la calidad del vino. Empting informa de que claramente se pueden catar los resultados de este programa; el carácter de los vinos se ha vuelto más transparente y el porcentaje de fruta de Vine Masters que forma parte del ensamblaje final del vino que elabora Empting ha aumentado lentamente.
A pesar del apoyo y el disfrute del programa, nada innovador está exento de desafíos. Tras cinco años de existencia del programa, posiblemente demasiados miembros del equipo viticultor quieren convertirse en Vine Masters.
Incluso aquellos que prefieren permanecer como parte de un equipo interno, no intermitente o móvil, quieren este puesto, porque sienten que representa un camino para aumentar su salario. Gonzalez y Contreras me dicen que este no es un puesto que se pueda dar solo porque alguien esté interesado. Debe ganarse e, incluso entonces, las personas deben ser asesoradas en su primer año.
“El primer año es el más difícil. No sabes cómo administrar tu tiempo. No hay ningún supervisor del equipo viticultor contigo que te diga lo que debe hacer a continuación ", dice Víctor Lucas, un Vine Master de Promontory.
El equipo vitivinícola conoció los límites de su programa hace dos años cuando promovieron seis Vine Master a la vez. Subestimaron la cantidad de apoyo personalizado que se necesitaría en ese primer año. Además, algunos de los Vine Master que fueron ascendidos dicen que desearían haber tenido exámenes de ingreso más estrictos; algo que pensaron que les habría ayudado en su preparación. Si bien los nuevos Vine Master se sienten cómodos ahora, la gerencia se ha dado cuenta de que hay otro desafío: la importancia de la alineación de ideas, de compartir una misma filosofía.
Los Vine Master están dotados de una gran responsabilidad. A medida que avanzan dentro del programa, obtienen la libertad de tomar más y más decisiones que normalmente tomaría un jefe de viñedo. Antes de que comiencen a influir en el rendimiento de los cultivos, las decisiones de riego y fertilización, deben alinearse filosóficamente con el enfoque vitícola de baja intervención de la empresa. Convencer a los trabajadores individuales sobre el valor de prácticas como evitar el labrado, la no irrigación y el uso mínimo de abono lleva tiempo. Empting dice que trabajar con Vine Masters es diferente; Los Masters son técnicamente competentes al ingresar al programa, por lo que en lugar de hablar sobre el trabajo que se debe hacer, el 90% de las discusiones tratan sobre por qué las prácticas deben abordarse de cierta manera. En última instancia, Empting cree que es necesario dejar atrás algunas ideas en las que a menudo se basa la agricultura convencional desbloquea la intuición y la creatividad de las personas.
El tamaño de los equipos de viticultores restantes varía, por supuesto, de acuerdo con la tasa de adopción del plan Vine Master, Promontory es una propiedad relativamente grande y Empting espera que se necesiten otros cinco o seis años para hacer coincidir las parcelas de viñedo con los miembros del equipo que están listos para el programa. El Harlan Estate, más pequeño y establecido, está promocionando otro Vine Master el próximo año y es probable que todo el trabajo de los viñedos esté en manos de Vine Masters en los próximos años.
Eventualmente, la visión de Empting para el programa es que cada parcela o finca en Harlan Estate and Promontory sea administrado por un Vine Master que esté alineado con la filosofía de la empresa y tenga comunicación directa con el enólogo. De esta manera, el programa debe fomentar una sensibilidad intuitiva hacia lo que se necesita en la bodega. La contratación para estos puestos se ha vuelto de suma importancia. A medida que el programa se vuelve más estructurado y los salarios y los beneficios aumentan en proporción con la experiencia, todo el equipo espera que estos puestos se vuelvan más buscados, restaurando el deseo de trabajar en la agricultura y mostrando el orgullo y la maestría asociados con dicho puesto.
Vine Masters de Harlan Estate
Miguel Contreras
Francisco Gonzalez
Leopoldo Hernandez
Roberto Lopez
Pedro Martinez
Anselmo Rubio
Vine Masters de Promontory
Arcangel Castellanos
Fernando Castellanos
Víctor Hernández
Víctor Lucas
Ernesto Martinez
Armando Ponce
Tony Rivera
Ramon Verduzco
Jesus Villa
Vine Masters en Bond
Arnoldo Rivera
Julio Rivera
Gonzalo Lucas
El Vine Master de Harlan Estate, Leopoldo Hernandez, explica: 'Con el paso de los años se transcurre el camino; se obtiene el conocimiento de cómo se hace todo, desde cómo te aproximas a tu parcela de viñedo hasta como tratas a cada una de tus plantas. Al principio te lastimarás la muñeca con la fuerza que ejerces sobre tus tijeras de podar durante la poda, luego descubrirás un micro cambio en el ángulo de tu muñeca. Eventualmente notarás cuando el viento te empuja en una dirección y cambiarás la dirección y el ángulo de tu cuerpo para que, en lugar de luchar contra el viento y las cepas, te muevas con ellas. Aprenderás a moverte más rápido a través de las plantas, manteniendo tu energía durante todo el día. Obtendrás la capacidad de planificar tu día con el flujo de tu energía. Cuando tu energía mengua, caminarás entre tus plantas, observando lo que necesitan al día siguiente. Sin experiencia, nunca encontrarás el camino. Sin el camino, nunca serás feliz.'
Sam trabajó como pasante de viticultura en los viñedos de Harlan Estate, Promontory y BOND hasta finales de agosto, cuando comenzó a trabajar en la bodega de Promontory. Esta compañía la emplea en la actualidad.
Fotografías: Olaf Christopher Beckmann.